Las mejores galerías de arte del mundo, preciosas iglesias góticas, amplias avenidas, la Torre Eiffel, los croissants, una de las mejores gastronomías del mundo… Sí, has llegado a París, y resulta que solo tienes un fin de semana. Coge tus maletas, haz el check in en tu hotel y ponte en marcha para descubrir la ciudad de la luz con nuestro itinerario por París en dos días.
Lo cierto es que la capital de Francia no tiene parangón en cuanto a belleza en Europa. Es una ciudad que engatusa nada más pisarla. Da igual la cantidad de veces que la visites y el tiempo que le dediques, los monumentos de París siguen ahí esperándote para camelarte, enamorarte y hacerte volver una y otra vez – en mi caso, ya van tres.
En este artículo hemos elaborado un itinerario básico para conocer los lugares de interés más importantes de París en dos días. En ningún caso supone conocer a fondo la ciudad pero más un acercamiento para obtener una visión muy general por los lugares más icónicos. Al final, París necesita de toda una vida.
París en dos días: un fin de semana perfecto en la ciudad de la luz
En este mapa os dejamos el itinerario que hemos elaborado con los lugares que ver en París en dos días. Cada uno de los colores representa un día distinto: el rojo para el primero y el azul para el segundo. Si quieres conocer específicamente el recorrido de hemos diseñado, sigue leyendo el artículo.
- Día 1. El Museo del Louvre, los Jardines de las Tullerías, la plaza de la Concordia, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y la Torre Eiffel.
- Día 2. El Sena, la Catedral de Notre Dame, la Sainte Chapelle, el Centre Pompidou, la Ópera Garnier, las Galerias Lafayette, la Basílica del Sacre Cœur y el barrio de Montmartre.
París en dos días: primer día – El Museo del Louvre, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y la Torre Eiffel
En este fin de semana que está por comenzar en la ciudad de la luz, nada mejor que empezar con un free tour por París para hacerse con una idea general de la capital francesa. Este comienza todos los días a las 11:00 de la mañana, dura unas dos horas y media, y te llevará por algunos de los monumentos más icónicos de la ciudad. Es una fantástica forma de empezar el día y lo mejor de todo es que es gratis.
Una vez que hayas itinerado por la calles de Haussmann, comenzamos nuestro recorrido en el Museo del Louvre – donde termina el free tour. Esta es una de las pinacotecas más importantes de Europa y el museo más visitado del mundo. Destaca tanto por su exterior, que supone la simbiosis entre un antiguo palacio renacentista y una rompedora pirámide de cristal invertida, y por su interior, que alberga una de las colecciones de arte más importantes del mundo.
Aquí puedes sacar las entradas para el Museo del Louvre, algo que os recomendamos encarecidamente. No solo os olvidáis de las colas, pero también os aseguráis de que podéis entrar sin problemas.
Es cierto que el Louvre es muy grande y si no lo llevas más o menos estudiado lo que quieres ver (sobre todo si tenéis poco tiempo), te puedes perder un poco. Por eso, nos remitimos a nuestro artículo sobre los mejores monumentos de París en el que os recomendamos 10 de nuestras obras favoritas (basándonos en la selección de obras maestras que el propio museo realiza):
- El Código de Hammurabi (planta baja)
- La Venus de Milo (planta baja)
- Niké de Samotracia (planta baja)
- El Friso de los Arqueros de Susa (planta baja)
- La tumba de Philipe Pot (Planta baja)
- La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix (planta 1)
- La Mona Lisa, de Leonardo da Vinci (planta 1)
- Las Bodas de Caná, de Veronese (planta 1)
- El Retrato de Luis XIV, de Hyacinthe Rigaud (planta 2)
- La gran Esfinge de Tanis (planta -1)
Una vez que te hayas cansado de pasear por las galerías del Louvre, te recomendamos que recorras los tranquilos Jardines de las Tullerías hasta llegar a la plaza de la Concordia. Durante la Época del Terror recibió el nombre de plaza de la Revolución y fue el lugar elegido para celebrar la ejecución de Luis XVI. Esta plaza, una de las más grandes de la ciudad, destaca por su imponente obelisco central y supone la puerta de entrada a los Campos Elíseos, nuestra siguiente parada en este recorrido por París en dos días.
La Avenida de los Champs Élysées conecta la plaza de la Concordia con el Arco del Triunfo y es una de las estampas más fotografiadas y concurridas por los turistas. Parte de su encanto reside en las preciosas boutiques que se localizan a lo largo de la misma y que nos recuerdan porque París es la ciudad de las grandes marcas de lujo.
La guinda final de esta avenida lo pone el Arco del Triunfo, otro de los grandes atractivos de la ciudad del amor. Ordenado levantar por Napoleón para exaltar las victorias militares del Segundo Imperio Francés, por él desfilaron las tropas aliadas tras el Desembarco de Normandía – que supuso la liberalización de Francia. En su interior se localiza una emotiva llama que recuerda a los caídos en la Primera Guerra mundial y una tumba al Soldado desconocido. Es, desde luego, un lugar con mucha simbología.
Para el resto del día, os proponemos que lleguéis hasta la Torre Eiffel, que no solo presume de ser uno de los lugares más emblemáticos del mundo, pero también de unas vistas fabulosas del conjunto arquitectónico de París. Este armatoste metálico, levantado para la Exposición Universal de París de 1889, se ha ido ganando poco a poco el corazón de los parisinos y del mundo entero, a pesar de una recepción inicial bastante negativa al proyecto – se pensó en retirarla tras la celebración del evento.
Llevad las entradas para la Torre Eiffel compradas desde casa es lo mejor que podéis hacer. Os evitáis colas, y vais a lo fácil y cómodo.
Para obtener buenas vistas y fotos de la Torre Eiffel os recomendamos dos lugares. El primero es el Campo de Marte, una zona ajardinada adyacente a la torre donde puedes obtener una panorámica muy completa. La segunda alternativa es subir por los Jardines de Trocadero hasta llegar al Palacio de Chaillot, posiblemente la mejor vista de la Torre Eiffel de todo París.
París en dos días: segundo día – Notre Dame, el Sena, el Sacré Cœur y Montmartre
Para el segundo día por París, hemos reservado algunos de nuestros lugares y actividades favoritas que hacer en la ciudad. Desde un paseito en barco por el Sena, a Notre Dame, la preciosa Ópera Garnier o el barrio de los pintores y su imponente Basílica del Sagrado Corazón. ¡Estamos seguros de que es una combinación perfecta para enamorarse de París!
Comenzamos en el corazón de la Cité para acercarnos hasta la Catedral de Notre Dame, uno de los ejemplos más destacados de arquitectura gótica del mundo. Hasta hace relativamente poco hablábamos de ella y de un pasado lleno de dificultades – hasta que Victor Hugo no escribió la historia del jorobado de Notre Dame, era una cualquiera – pero ahora debemos hablar también del presente. El incendio que se generó en su interior en 2019 destruyó parte de su tejado y faltan muchos años hasta que la iglesia recupere su esplendor original. Mientras tanto, no podemos más que visitarla y realizar nuestro particular tributo en memoria de todo un símbolo.
Si os quedáis con ganas de visitar una iglesia por dentro bien bonita, la Sainte Chapelle, situada también en la Cité, es igualmente espectacular y no suele estar tan concurrida. Aquí podéis sacar las entradas a la Sainte Chapelle y evitar las colas.
Ahora bien, si hay una actividad que no puede faltar en París es el particular paseo en barco por el Sena. No solo por el encanto de navegar tranquilamente por este icónico río, pero también porque a los laterales del Sena se sitúan los principales monumentos de la ciudad, muchos de los cuales no hemos podido incluir en este itinerario por motivos de tiempo: el Museo de Orsay, la Conciergerie, el Puente Alejandro III o la Asamblea Nacional francesa, entre otros.
Una vez que pongas tus patitas en tierra firme, proseguimos nuestro recorrido hasta llegar al Centre Pompidou, uno de los grandes del arte contemporáneo. En este caso, es un museo que nos encanta por su estructura exterior. Cada uno de los colores de su fachada representa algo diferente: las piezas de color rojo son elementos de comunicación, tales como ascensores y escaleras, el azul para la climatización, el verde para todo lo relacionado con el agua, el amarillo para la electricidad y el blanco para las tomas y extracciones de aire. Una pasada.
Si vais muy justos de tiempo, os recomendamos que no lo visitéis por dentro – para la próxima, no se va a mover de ahí – y sigáis hasta nuestra siguiente parada: la Ópera Garnier. Lo cierto es que hasta mi tercera visita por París no me decidí a conocerla por dentro, y puedo decir que verdaderamente merece la pena. Es un lugar estupendo, posiblemente una de las óperas más bonitas que hemos visitado nunca.
Reserva aquí una visita guiada por la Ópera Garnier
Lo bueno es que muy cerca de ella también se encuentran las Galerias Lafayette. Es cierto que prácticamente hay grandes almacenes de esta empresa en todas las ciudades francesas, pero la localizada en Haussmann es la flagship de la cadena y se nota. Sobre todo en navidad, la decoración y las luces lo convierten en un lugar fascinante incluso si no tienes pensado sacar la cartera.
Para el resto del día, no hay mejor forma que poner la guinda al pastel que visitando el apodado como barrio de los pintores: Montmartre, una de las estampas más encantadoras de la capital del amor. Para ello, puedes coger el metro (otra experiencia a añadir) y bajarte en la parada de Abbesses. Pasea tranquilamente entre artistas y disfruta de sus calles de postal. Si todavía guardas un poco de energía, las escaleras que conducen a la Basílica del Sagrado Corazón no debieran suponerte ningún inconveniente. A cambio, te espera uno de los templos más bonitos de París.
Actividades y visitas recomendadas:
– Entradas para el Museo del Louvre
París es inmensa y los lugares que visitar no se pueden contar con los dedos de las manos. Este itinerario es para aquellos que, sin conocer la ciudad o habiéndola olvidado, tienen un fin de semana – de esos que, por que no, tiras la manta por la ventana y sacas unos vuelos baratos. Al final, lo cierto es que no necesitas muchos días para enamorarte del caractère parisien, y este itinerario por París en dos días es la prueba.
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